El comercio internacional de azúcar ha estado dominado por las operaciones de azúcares crudos (96% Pol mínimo), las que representan el 57% del comercio total. Los principales países exportadores de este azúcar son Brasil, Australia, Tailandia, Cuba y Guatemala, entre otros con una participación del 90%.
La razón de esto es que el mercado azucarero ha estado marcado por una fuerte corriente protectora de las industria locales, y países netamente deficitarios han desarrollado industrias que procesan los azúcares crudos para convertirlos en azúcar refinada. Si bien estas industrias no son productoras en sí mismas, el realizar el proceso de refinación les permite agregar valor y generar empleos a nivel local.
Por el lado del consumo, hay un grupo de países dominantes en el mercado de importación, tales como Rusia, Corea del Sur, Japón, Malasia y Canadá, los que en conjunto participan con el 42% de las importaciones (gráfico 8).
El mercado mundical también se caracteriza por la existencia de convenciones entre países, en los que se acuerdan transacciones predeterminadas de azúcar como parte del intercambio bilateral. En años pasados este tipo de transacción era común y existía un porcentaje significativo de este comercio "regulado". Sin embargo, a causa de la desregulación y la liberalización a nivel mundial, esas transacciones han disminuido paulatinamente. Este comercio se puede ejemplificar con las importaciones de azúcar crudo que hace Estados Unidos bajo el sistema de cuota americana, en que 40 países proveedores tienen acceso preferencial; o las importaciones que la Unión Europea hace bajo el esquema de ACP (African, Cariben, Pacific Protocol) donde, a pesar de ser una región netamente exportadora, se importan azúcares crudos de los países miembros de la ACP. En ambos esquemas, las compras se hacen a precios preferenciales, por encima de los que rigen en el mercado mundial, como mecanismo de apoyo a los países proveedores.
Las transacciones de azúcar crudo son embarques de gran envergadura, en los que el productos se transporta a granel, pués este tipo de comercio presupone un proceso de refinación en el país de destino. Hasta hace algunos años, los embarques típicos eran entre 12 mil y 14 mil toneladas, en virtud de que la mayoría de los barcos poseía esa capacidad de carga. En la actualidad, sin embargo, están disponibles naves de mayor capacidad y eficiencia operativa, por lo que no es raro ver barcos tipo Panamx con 40 mil o hasta 60 mil toneladas de carga.
Por consiguiente, el perfil de los participantes en el mercado de azúcares crudos está caracterizado por grandes compañías, con una trayectoria de varias décadas en el negocio, con inversiones importantes en maquinaria y equipo, tanto para producir azúcar crudo (exportadores) como para transformarla en azúcar refinado (compradores/importadores). Así mismo, es frecuente ver contratos que cubren uno o varios años, ya que dicha modalidad acomoda tanto a compradores como a vendedores.
Fuente: "El libro blanco del azúcar..." de Mario Bolivar Ruiz
